Antes, se denominaban Macú, Bombo y Congo y los acompañaban una verdadera orquesta del Candombe con Mazacalla, Marimba, Mate o Porongo, Huesera, Caña Tacuara, Palillos, trozos de hierro.
Hoy los nombres de Chico, Repique, Piano y Bombo designan a los tambores de esa tradición heredada de África de LLAMAR, de transmitir sentimientos y emociones. ¡Y cuánto han comunicado y tienen aún por hacer a través de su ritmo!
Templando tambores clavados - cuerda La Roma
Foto: Lalo Baráibar
Según Ferreira, el tambor actual es “un único
tipo de tambor en tres tamaños denominados piano, repique y chico, en
orden de mayor a menor tamaño y correspondiente sonoridad del grave al
agudo. Es un tambor abarrilado unimembranófono liviano, abierto en el
extremo opuesto al parche; es de fabricación artesanal a partir de
duelas de madera.”(1)
Tambor Repique con sistema de tensores
Foto: Lalo Baráibar
Los Tambores del Candombe han mantenido intacta
la magia, son la voz a través de la cual hablan nuestros abuelos negros.
De los troncos ahuecados, de las barricas de yerba a estos tambores de
hoy han pasado mucho tiempo y generaciones, muchas de las cuales no
veían con agrado aquella expresión “de los negros”. Sin embargo, el
tambor –con orgullo pero sin soberbia–, expresa que ha triunfado y es un
embajador inigualable en el mundo, donde nos representa con dignidad y
sin rencor.